A menudo, se mencionan adaptaciones como el crecimiento de la masa muscular (hipertrofia muscular) o modificaciones en el tejido tendinoso, pero, la realidad es que el sistema nervioso también se adapta, y estas adaptaciones, parecen ser las principales responsables de las grandes ganancias de fuerza que se dan cuando una persona empieza a entrenar.

En las primeras semanas de entrenamiento, se dan adaptaciones a nivel interno en nuestra masa muscular, de forma en la cual parece ir preparándose para crecer, debido a adaptaciones como las que se dan a nivel de los ribosomas. A pesar de ello, en las primeras semanas de entrenamiento, no se da prácticamente crecimiento miofibrilar, de forma en la cual se ha comprobado como nuestros músculos no aumentan de forma significativa su capacidad de generar fuerza. Sí, habéis entendido bien, en las primeras semanas, nuestros músculos no se hacen más fuertes. Entonces, ¿Cómo es que gano tanta fuerza en esas primeras semanas de entrenamiento? El responsable principal de las ganancias de fuerza tan bruscas que se dan en las primeras semanas de entrenamiento, son las adaptaciones neurales, es decir, las adaptaciones que se dan en el sistema nervioso debido al estímulo que supone el entrenamiento.